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La crisis está provocando un cambio de época que, sin duda, va a traer cambios en el mercado laboral. Según dicen los expertos y también desde mi punto de vista, en un futuro próximo aumentará el trabajo por cuenta propia o freelance y se subcontratarán cada vez más tareas especializadas. 

Por lo general, hasta ahora las empresas contrataban en función de su crecimiento sin tener en cuenta el periodo necesario de la posible punta de trabajo, manteniendo dicho personal después de que esa punta de trabajo desapareciera, sucediendo que en ocasiones la plantilla quedara sobredimensionada.

Caso de sobredimensionamiento de plantilla

Esta situación sucedió en una de las empresas en las que trabajé. Se iba a crear una nueva línea de producción, por lo que parte de la plantilla existente pasó a trabajar en el proyecto de la nueva línea, también se contrató personal adicional para trabajar en el desarrollo de dicho proyecto. Las condiciones de estos trabajadores contratados era de carácter temporal, es decir, la mayor parte de estos trabajadores finalizaría su contrato tras la puesta en marcha de la nueva línea de producción, cubriéndose solamente los puestos necesarios, lo que representaba aproximadamente la mitad de los puestos contratados.

Una vez realizada la puesta en marcha, sucedió lo contrario de lo previsto, es decir, la mayor parte de la gente que se contrató de forma temporal para el proyecto siguió en la empresa, siendo muy pocos los que no siguieron. ¿Era necesario esa continuidad? Realmente no, se produjo un sobredimensionamiento en algunos departamentos, por lo que no había trabajo suficiente para la gente. Cuando llegó la crisis, la empresa tuvo que afrontar un gasto extra debido a ese sobredimensionado de la plantilla, prescindiendo en ocasiones de trabajos subcontratados especializados, pasando a realizarlos personal interno que no estaba especializado en dichos trabajos, por lo que la calidad del trabajo se resentía.

Este caso ha sido frecuente en muchas empresas, sobre todo en empresas con picos de trabajo o con proyectos temporales, en época de “vacas gordas” se contrataba personal, sin valorar la necesidad a largo plazo o sin especificar la temporalidad de la contratación, de esta forma crecían descontroladamente las organizaciones y la época de “vacas flacas” o crisis, sufrieron el problema del sobredimensionamiento de plantilla y de los costes derivados de la misma.

El futuro del mercado laboral

Las empresas serán cada vez más ligeras y necesitarán servicios especializados que se subcontratarán, es decir, se evitará tener plantillas sobredimensionadas y se amoldarán a las necesidades subcontratando personal con carácter temporal. Cuando las empresas necesiten servicios especializados los subcontratarán.

Creo que es interesante que existan profesionales especializados en un área y que puedan dar servicio a varias empresas a la vez. De esa forma el talento se ve recompensado de forma adecuada tanto a nivel de reputación profesional como económicamente. Y esto no es en beneficio de las empresas exclusivamente, principalmente será en beneficio de las personas.

Es posible que una empresa no pueda disponer de forma fija de un especialista, pero si que podrá contratar sus servicios de forma temporal para dar solución a un problema determinado o para desarrollar un proyecto concreto.

Interim Management

Uno de esos trabajo especializados es el de Interim Management, es decir, puestos directivos externos. Por ejemplo, es posible que una pequeña empresa necesite la figura de un Director financiero, pero sin embargo sus posibilidades económicas no lo permite o no necesitarían contar con él una jornada completa.

Sin embargo, si que se podrían permitir la figura de Director financiero externo o interim management. Pudiendo actuar de la siguiente forma, comenzar con un proyecto de adecuación en la que el director externo dotara de una organización adecuada a la empresa, desarrollando sistemas que pudieran seguirse por parte del personal interno, determinando también una serie de kpi’s para facilitar el seguimiento de la situación de la empresa. Esta fase quizá podría durar unos 3-6 meses, en función del tamaño de la empresa, posteriormente el Director externo realizaría el seguimiento de forma periódica (por ejemplo un par de horas a la semana, un día al mes, …) dependiendo de las necesidades de la empresa, manteniendo también reuniones de control y de toma de decisiones. De esta forma se minimiza el coste, optimizando resultados.

Flexibilidad horaria y de espacio

Otro de los factores que cada vez se tendrá más en cuenta será la flexibilidad horaria y de espacio. No consiste en estar eternamente en el puesto de trabajo, sino de ser eficiente. Por otra parte, se pierde mucho tiempo en los desplazamientos al puesto de trabajo, por lo que también es interesante optimizar dichos desplazamientos en la medida de lo posible.

Un caso de esa “permanencia sin sentido en el trabajo” sucedió en otro de mis trabajos por cuenta ajena. El horario laboral terminaba a las 17.30 y a partir de esa hora, el personal de la propia empresa (los externos se marchaban) se quedaban en su puesto de trabajo, pero sin realizar trabajo alguno, es decir, dedicaban el tiempo a labores personales. Se quedaban en el puesto de trabajo porque el Director del departamento se quedaba. En ningún momento el Director exigía que la gente se quedara, es más, ni siquiera salía del despacho, por lo que no sabía si la gente estaba en su puesto. ¿De verdad es productivo permanecer en el puesto de trabajo sin trabajar? ¿Beneficia en algo a la persona que lo hace?

Desde mi punto de vista, el trabajador ha de tener la libertad y la responsabilidad para gestionar su tiempo de trabajo, en la medida que sea posible, en una línea de producción será prácticamente imposible dicha flexibilidad. Pero si que existen trabajos en los que si es posible, de hecho hay empresas en las que estas medidas se vienen praticando desde hace tiempo. 

Por otra parte, si un empleado varía su horario para poder responder a necesidades personales, ¿no realizará de forma más comprometida y eficiente su trabajo en el horario de trabajo? Si estamos más concentrados en el trabajo que realizamos, ¿no lo realizaremos de forma más rápida y eficaz?

Por otra parte, por ejemplo, si un hijo está enfermo y la madre o el padre decide quedarse en casa cuidando de él, puede conectarse en remoto y realizar su trabajo desde casa, de esta forma estará más traquilo y podrá concentrarse en el trabajo, mientras que si tuviera que ir al puesto de trabajo posiblemente podría no estar tan concentrado. Desgraciadamente, en muchos casos se entiende esa libertad de elección con “explotación laboral”  y  también se pueden escuchar frases como “te crees que vas a heredar la empresa”, por parte de otros compañeros. 

Desde mi punto de vista, hace falta un cambio de mentalidad tanto de la empresa como del empleado para llegar a una solución de compromiso y poder tener la posibilidad de disfrutar de elegir tu propio horario o elegir tu espacio de trabajo.

 “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. Charles Darwin 

Y tú qué opinas

• ¿Crees que la externalización de servicios puede ser beneficioso para el mercado laboral?
• ¿Consideras que la contratación temporal de un especialista sería interesante para la empresa? ¿Sería beneficioso para los profesionales?
• ¿Podrías ser tú uno de esos especialistas?
• ¿Valoras positivamente la posibilidad de poder elegir tu horario laboral y tu espacio de trabajo?

Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.

#reinnóvate

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