Tag Archives: Emprendimiento
Curso “Crea tu Marca y define tu proyecto”
Estamos viviendo una época en la que los cambios se producen vertiginosamente. Por una parte, la Marca Profesional cobra mayor importancia cada día, por lo que debemos trabajar nuestra Marca si queremos mejorar nuestro posicionamiento y reputación como profesionales.
Por otra parte, debemos actuar con rapidez si queremos continuar siendo competitivos, por lo que es imprescindible aprender nuevos métodos que nos permitan probar y analizar nuestras propuestas de valor de forma ágil y al menor coste posible.
Reinnovatio, en colaboración con el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Madrid (COITIM), organiza el curso “Crea tu Marca y define tu proyecto”. El curso se realizará en las instalaciones del Colegio (C/ Jordan 14, Madrid 28010), a finales de este mes de septiembre y principios del próximo mes de octubre, pudiéndose elegir entre dos formatos:
- Entre semana: 3, 4 y 5 de ocubre de 2017 de 17:30 a 20:30 h
- Fin de semana: viernes 29 de septiembre y 6 de octubre de 2017 de 17:30 a 20:30 h y sábado 30 septiembre de 2017 de 10:00 a 13:00 h
Objetivo:
- Aprender a definir tu Marca como profesional.
- Trasladar tu idea de negocio a una hoja y clarificar ideas.
- Conocer una metodología ágil que te permita validar rápidamente la viabilidad de tu idea de negocio.
Beneficios:
- Crear una Marca Profesional que te diferencie en el mercado.
- Conocer las herramientas que te ayuden definir tu idea de negocio y validarla con el cliente de forma rápida y al menor coste posible.
Programa: Ciclo formativo de 9 horas, divididas en 3 jornadas.
Primera jornada: “Crea tu Marca Profesional y diferénciate”
- Autoconocimiento: Talentos, Habilidades y Experiencia.
- Define tu Perfil Profesional y optimiza tu perfil de Linkedin.
- ¿Cómo comunican los grandes líderes?
- Crea tu red de contactos y aprovecha el potencial de las Redes Sociales.
- Desarrolla tu estrategia de marketing y crea un embudo de ventas.
Segunda jornada: “Modelo Canvas: tu idea de negocio en una hoja”
- ¿Tienes una idea de negocio? Aterriza tu idea en una hoja.
- Modelo de negocio Canvas y Lean Canvas.
- ¿Quién es tu cliente ideal? En busca del Early Adopter.
- Transmite la propuesta de valor de tu proyecto: Elevator Pitch, Pechakucha.
Tercera jornada: “Lean Startup: valida tu idea de negocio de forma ágil”
- ¿Negocio tradicional? Nuevos métodos para nuevos tiempos.
- Proceso Lean Startup: método ágil y científico.
- Sal de la oficina: construye un prototipo y testéalo con el cliente.
- Herramientas de innovación y creatividad: Visual thinking, Pensamiento lateral, Storytelling,…
Para inscribirse en el curso, hay que enviar un mail a cursos@coitim.es adjuntando el siguiente “Boletín de inscripción”. La preferencia de inscripción en el curso será por orden de solicitud, informándose a los inscritos de la forma de pago del curso.
“La mejor forma de predecir el futuro es crearlo”
Y tú qué opinas
- ¿Consideras importante la Marca personal?
- ¿Utilizas Linkedin para potenciar tu Marca profesional?
- ¿Has utilizado el modelo de negocio Canvas?
- ¿Conoces el método Lean Startup?
Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios
#reinnóvate
Angel Partida
Fundador de “Reinnovatio”
¿Te ha gustado el artículo? Entonces no dudes en compartirlo en redes sociales o por mail
¡¡¡Muchas gracias!!!
Tengo una idea de negocio… ¿y ahora qué?
¿Te has planteado emprender, pero estás desorientado? ¿Tienes una idea de negocio pero no sabes cómo continuar?
Estoy metido en el mundo del emprendimiento desde 2011, y en todo este tiempo he estado investigando, aprendiendo, experimentando, formándome y formando, conociendo a emprendedores y sus proyectos, puediendo ayudar a desarrollar bastante de estos proyectos. Por ejemplo, en los Mastermind para emprendedores, que organizo y coordino en Boadilla desde hace casi 4 años, han pasado más de 120 emprendedores para compartir y poder desarrollar más rápidamente sus proyectos.
Comencé en este mundo del emprendimiento debido a un ERE que realizó la empresa en la que había estado trabajando durante 9 años. Como no estaba muy convencido de buscar de nuevo la “seguridad de trabajar para una gran empresa”, puesto que ya había pasado por tres de ellas, me pregunté qué podía aportar al mercado con mi experiencia dentro del sector industrial.
Así que me decidí por investigar y conocer más sobre el mundo del emprendimiento, fui a eventos, leí artículos, me formé, aterricé y definí mi propuesta de valor y di forma a dos proyectos, Mantenimiento & Mentoring Industrial y Reinnovatio.
Pero para emprender no solo basta con tener una idea, de acuerdo, tienes una idea… ¿y después?
Seguir el modelo tradicional
Lo habitual que hacen muchos emprendedores es seguir un modelo tradicional para montar un negocio, es decir, “necesito un espacio (oficina, tienda,…), necesito una infraestructura adecuada, necesito registrar la marca, …”, es decir, se incurre en una serie de gastos que, en muchas ocasiones, se pueden reducir o evitar.
En cierta ocasión, un emprendedor, tras contarme su idea de negocio y después de escuchar las ideas que se me ocurrieron para mejorar su propuesta, me dijo “entonces, tú enfocas la idea para reducir costes”. Efectivamente, desde mi punto de vista, hay que analizar todas las posibilidades e intentar minimizar los costes para poder disponer de más tiempo para validar la idea.
Estoy acostumbrado a escuchar alguna de las siguientes frases cada vez que hablo con un emprendedor y me comenta su proyecto:
- No cuento la idea no sea que me la copien… Pues si no cuentas la idea, ¿cómo vas a poder validarla? ¿Cómo vas a poder conseguir clientes? ¿Cómo van a conocer tus potenciales clientes tu propuesta de valor y comprarla?
- Tengo que hacer el plan de negocio… ¿Si no sabes si tu idea es un modelo de negocio, cómo vas a hacer un plan de negocio? Aterriza tu idea de negocio con un modelo Canvas, el plan de negocio lo harás más adelante, cuando se necesite, si es que llega a necesitarse.
- Tengo que registrar la marca, no sea que me la quiten… ¿Y el dominio en internet, lo has comprado? La marca no es lo primero, hay muchas cosas que hacer antes de registrar la marca.
- Hasta que no esté todo perfecto no salgo al mercado… Posiblemente ese momento sea demasiado tarde, hay que testear la idea con el cliente lo antes posible.
- A nadie se le ha ocurrido antes… O sí que se le ocurrió antes a alguien pero desestimó la idea, ¿es posible que otras personas desistieran de la idea porque no les parecía viable o porque la probaron y no funcionó?
- No tengo competencia en mi sector… ¿De verdad? ¿Has realizado un estudio de mercado, has investigado a fondo si hay competencia? ¿O sólo es una intuición?
- Necesito un socio… ¿De verdad lo necesitas o es por miedo a la soledad? ¿Qué aporta al proyecto tu posible socio? ¿Tenéis las mismas ideas?
- Necesito financiación… ¿Para qué la necesitas? ¿Se puede comenzar el proyecto sin necesidad de invertir? Con lo que tienes, ¿qué puedes hacer?
- Necesito una oficina o un local… ¿Para qué? ¿Es necesario para desarrollar tu idea de negocio? ¿Puedes utilizar alternativas como un centro de negocio o coworking? ¿Puedes realizar tu negocio online?
- La web ha de estar perfecta, me juego la imagen… No te preocupes, nadie la va a ver a menos que teclee tu dominio, para Google no existes hasta pasado un cierto tiempo.
- Tengo que estar presente en las redes sociales… ¿Cuál es tu estrategia? ¿En qué redes sociales vas a tener presencia? ¿Cuál va a ser tu calendario de publicación? ¿Aportas contenido de calidad?
Modelo alternativo para el desarrollo de proyectos
Un emprendedor puede optar por ese modelo tradicional o bien puede seguir un modelo alternativo, Lean Startup, que es un método científico, ágil y que permite validar lo antes posible la idea con el cliente, ofreciendo datos para decidir si se continúa, si es necesario ajustar o pivotar la idea inicial o si hay que optar por desestimar la idea de negocio.
Filosofía Lean Startup: “si puedes fracasar, que sea pronto y al menor coste posible”
A la hora de desarrollar un proyecto de emprendimiento sugiero seguir una serie de fases aumentar las posibilidades de éxito del proyecto.
- Autoconocimiento: análisis de mi valor como persona y como profesional. Cómo soy, qué aporto, qué necesito. Definir habilidades, talentos, experiencia y conocimiento, virtudes y defectos.
- Formación: es necesario abrir la mente para poder ver posibilidades. Para ello hay que leer, investigar, desarrollar las habilidades y aprender otras nuevas, obtener herramientas que nos ayuden a desarrollarnos como emprendedores.
- Definir la idea de negocio: aterrizar la idea en un papel, realizar un modelo Canvas y analizar las diferentes hipótesis de trabajo.
- Recursos: qué necesito, qué tengo. Con lo que tengo ¿qué puedo hacer?
- Lean Startup: desarrollo ágil de un prototipo para validarlo directamente con el cliente, analizar los datos, ajustar el modelo, pivotar la idea si es necesario y lanzar la propuesta de valor lo antes posible.
- Acción: trabajo, trabajo y trabajo. Se suele ver solo el éxito de otros emprendedores de referencia, pero no se suele apreciar el trabajo que existe por detrás. Si no existe acción no se producen resultados.
“Soy un gran creyente en la suerte y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo”. Stephen Leacock
En definitiva, emprender no es fácil pero es posible, para ello necesitas conocerte en profundidad, aterrizar y definir tu idea de negocio, formarte, ser ágil y validar cuanto antes la idea con el cliente y aplicar acción, se necesita mucho trabajo para conseguir resultados.
Y tú qué opinas,
- ¿Te has planteado emprender tu propio proyecto?
- ¿Te sientes perdido?
- ¿Has comenzado tu proyecto?
- ¿Has pensado en cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de 5 años?
Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.
#reinnóvate
Angel Partida
Fundador de “Reinnovatio”
¿Te ha gustado el artículo? Entonces no dudes en compartirlo en redes sociales o por mail.
¡¡¡Muchas gracias!!!
El fracaso en el emprendimiento
Cuando se habla de emprendimiento, el fracaso es un concepto denostado. Sin embargo, el fracaso debería ser tratado como algo normal, como una parte del aprendizaje del emprendedor.
Sin duda, es mucho mejor si no se fracasa, no es obligatorio pasar por ese trance, aunque a veces pdría ser aconsejable que se produzca un fracaso. No obstante, el fracaso no debería ser tratado como una tragedia, sino que debería aceptarse como una posibilidad que puede darse, y que con ese posible fracaso se pueden extraer conclusiones positivas.
Es posible que no debamos utilizar la palabra fracaso y si utilizar otros sinónimos que no sea tan drástica y que no marque tanto. Quizá debemos sustituir la palabra fracaso por intento fallido, fallo o error.
Sin embargo, cuando somos niños, el fracaso es algo normal, es partde del proceso de aprendizaje. No obstante, según vamos cumpliendo años, el fracaso comienza a tornarse en una maldición y cuando somos adultos, el fracaso se convierte en un estigma.
¿Cómo aprenden los niños a caminar? Se caen, se levantan y se vuelven a caer, no cesan en el intento. ¿Se rinden? No, lo intentan una y mil veces, hasta que lo consiguen. Tienen un objetivo, imitar a los mayores y andar. Según estudios, un niño se cae una media de 125 veces al día al aprender a andar, sin embargo siguen levantándose e intentando de nuevo andar.
Y ¿cómo aprenden los niños en general? Preguntando y practicando el método de prueba y error. Si fallan, no pasa nada, intentan otra cosa hasta lograr lo que quieren.
Entonces, ¿qué es lo que pasa cuando nos hacemos mayores? ¿Por qué nos rendimos con tanta facilidad? ¿Por qué no seguimos probando, aunque fallemos, para intentar lograr nuestros objetivos?
En España solemos ser bastante despiadados con el fracaso, con el emprendedor que no logra sus objetivos. En algunas ocasiones, hay personas que pueden albergar un sentimiento de desear que una persona que emprende, fracase en el intento. Quizá porque ese emprendedor se ha atrevido a hacer algo que ellos mismos no se han atrevido a hacer. Algo así como “si yo no me he atrevido a hacerlo, que otro no lo consiga”. Afortunadamente, considero que este sentimiento no se da muy a menudo.
Por el contrario, en Estados Unidos, un país donde el emprendimiento tiene un mayor arraigo, se respeta al emprendedor que ha fracasado. Un emprendedor que haya fracasado en un negocio, puede incluso conseguir financiación más fácilmente. ¿Por qué sucede esto? Simplemente porque esa persona lo ha intentado, con lo que ha demostrado decisión, y al fracasar, ya sabe qué es lo que no debe hacer en el nuevo proyecto si quiere poder tener éxito.
“He fallado más de 9000 tiros en mi carrera, he perdido casi 300 juegos, 26 veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado.
He fracasado una y otra vez en mi vida y eso es por lo que tengo éxito”.
Michael Jordan
De todas formas, considero que está comenzando a cambiar la tendencia de rechazar el fracaso. Cada vez se habla más sin complejos acerca del fracaso. De hecho, existe la “Noche de los fracasos” (o de las cagadas, “Fuck up nights” en el original).
En estos eventos, se presentan casos de “fracaso” de emprendedores, siempre con sentido del humor. Es habitual encontrar eventos en los que se presentan casos de éxito de emprendedores, pero no es tan habitual que los emprendedores hablen de sus fracasos, por lo que al final parece que solo existen emprendedores de éxito. Sin embargo, en estos eventos se puede aprender mucho gracias a las experiencias con el fracaso de otros emprendedores.
Este es un evento que se creó originalmente en México y que se ha ido extendiendo por todo el mundo. En España, existen varias sedes donde se organizan estos eventos. En Madrid se organiza cada dos meses y recientemente se ha cumplido el segundo aniversario.
Si juzgásemos la realidad por lo que vemos en los eventos habituales sobre emprendimiento, podríamos creer que emprender es sencillo, que bastaría solo con tener una buena idea para tener éxito. No obstante, la realidad es distinta, emprender es posible, pero no es sencillo. Un 95% de las empresas de nueva creación no llegan al quinto año de vida, es decir, cierran antes de llegar a ese quinto año.
El fracaso, fallo o error existe, la probabilidad de que se produzca es alta, pero hay que dramatizar, es parte del proceso de desarrollo de un proyecto. Lo que hay que hacer es extraer conclusiones de lo sucedido, modificar lo que sea necesario y seguir adelante.
Unas veces se gana y otras se aprende
Una buena práctica a la hora de desarrollar un proyecto de emprendimiento es utilizar el método Lean Start up, cuya filosofía es clara y sencilla:
“Si has de fallar, que sea lo antes posible y al menor coste”
El proceso Lean Startup es el siguiente, partiendo de una idea desarrollas un prototipo (de un producto o servicio). Después lo testeas directamente con el cliente para validarlo, puesto que es el cliente quien mejor te puede decir si está interesado en tu propuesta de valor. Con los datos que obtienes del cliente, realizarías las modificaciones que fueran necesarias para adaptar la idea a las necesidades del cliente.
Con las nuevas modificaciones volverías a testear el prototipo de nuevo con el cliente hasta ajustarlo a sus requerimientos. Una vez validado definitivamente el prototipo, comenzarías con el desarrollo definitivo de la propuesta de valor.
Gracias a este proceso se reducen considerablemente los gastos y los tiempos de desarrollo. Al testear directamente con el cliente, sabemos positivamente si le interesa nuestra propuesta de valor. Un método ágil y científico para desarrollar nuestro proyecto, analizar si es viable o no y definir el modelo e negocio.
A la hora de lanzarte a desarrollar un proyecto de emprendimiento, hazte esta pregunta… Si no pudieras fracasar ¿qué es lo que harías? … ¡Permítete soñar! 🙂
Y tú qué opinas
- ¿Estás desarrollando un proyecto de emprendimiento?
- ¿Has tenido algún intento fallido previo?
- ¿Tienes claro que si emprendes, el fracaso es una posibilidad?
- En caso de que no tuvieras éxito, ¿lo volverías a intentar?
Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.
#reinnóvate
Fundador de “Reinnovatio”
¿Te ha gustado el artículo? Entonces no dudes en compartirlo en redes sociales o por mail.
¡¡¡Muchas gracias!!!
El mito del emprendimiento
Lo primero que quiero dejar claro es que soy emprendedor y un firme defensor del emprendimiento. No obstante, últimamente he visto cosas que me hacen desconfiar acerca de como se está utilizando el concepto de emprendimiento y me da la sensación de que está comenzando a verse como un mito o como una utopía.
Por una parte, hay gente que muestra una imagen en la que parece que emprender es muy fácil. Se ponen como ejemplo de emprendimiento proyectos, que considero que no son los más adecuados, puesto que parten con una base muy sólida en cuanto a financiación y contactos.
Por otra parte, muchas personas se lanzan a emprender como una “huida hacia adelante”, posiblemente debido a las dificultades para lograr trabajo por cuenta ajena, y no parten con un proyecto sólido e ilusionante de futuro. También hay personas que a la hora de emprender tienen como idea la de un negocio tradicional, asumiendo un alto riesgo y elevados costes, y no se plantean otras alternativas o incluso la posibilidad de minimizar dichos coste y riesgos.
El 90% de las empresas no llegan a los cinco años de vida
También se incide mucho en el emprendimiento tecnológico y se apoya mucho, pero ¿se valora y se da la importancia necesaria a otros tipos de emprendimiento? Da la sensación de que solo existe dicho emprendimiento, dejando de lado y restando importancia a esos otros tipos de emprendimiento, que son igualmente válidos.
Por tanto, ¿es real la imagen del emprendimiento que se está mostrando actualmente?
“Casos de éxito” de Start ups
Ultimamente estoy viendo casos de emprendimiento que podrían definirse como una continuación de la llamada “cultura del pelotazo” que existió hace unos años, en los que se buscaba el enriquecimiento rápido sin importar las consecuencias que pudiera conllevar.
Recientemente se han presentado como “casos de éxito” varias start ups que considero que no buscan crear un valor real para el mercado, sino que pretenden crear un modelo de negocio (captación de potenciales clientes) para que en un futuro cercano la start up sea comprada por una empresa más grande o por un inversor, desentendiéndose del proyecto para dedicarse a crear un nuevo proyecto con el que conseguir un nuevo “pelotazo”.
Estos “casos de éxito” se dedican a levantar rondas de financiación para comprar clientes y generar así una lista que puede resultar atractiva para un inversor o empresa consolidada en el sector, aprovechando de esta forma ese listado de leads o potenciales clientes.
Sin duda, la rentabilidad ha de estar presente en un proyecto emprendedor, pero considero que esa rentabilidad ha de venir por una buena propuesta de valor. Por tanto, la rentabilidad va a ser la consecuencia de un trabajo bien hecho.
En muchos casos, cuando el objetivo principal es el dinero, el proyecto puede terminar por fracasar, mientras que si el objetivo es aportar un valor al mercado, el dinero suele ser la consecuencia y el proyecto tendrá mayores posibilidades de mantenerse en el tiempo.
Creo que los grandes casos de éxito de start ups no han de utilizarse como referentes a la hora de emprender. Es más, es posible que pueda servir de utilidad conocer “casos de fracaso”, con los que se puede aprender lo “que no hay que hacer” a la hora de emprender un proyecto.
Por otra parte, una parte del éxito de estas start ups de referencia, reside en la existencia de una potente red de contactos previa y en contar con un buen músculo financiero, por lo que considero que estos casos no son los más adecuados para servir como ejemplo a un emprendedor que parte de cero.
Negocio tradicional
Como comentaba antes, en demasiadas ocasiones se utiliza el emprendimiento como una “huida hacia adelante”, es decir, tras un despido se plantea emprender un proyecto como alternativa al trabajo por cuenta ajena, pero sin una idea en firme y sin analizar las consecuencias que acarrea emprender.
Como ejemplo, hace unos días en una reunión de mastermind para emprendedores, uno de los participantes nos comentaba su idea de emprendimiento. Se había visto afectado por un ERE, por lo que había buscado de nuevo trabajo por cuenta ajena, pero las condiciones que le ofrecían no le convencían. Por otra parte había visto la posibilidad de hacerse con una franquicia, pero tampoco le había convencido ninguna.
Finalmente había decidido emprender, iba a cambiar de sector, pasando de comercial en el sector del automóvil al sector inmobiliario en una localidad cercana a Madrid. Algo, por otra parte bastante normal, puesto que últimamente cada vez más gente se reinventa y cambia de profesión.
Pero, ese cambio de profesión, ¿es por deseo real o por necesidad? Si es por necesidad, puede que no exista pasión por el nuevo proyecto y es posible, que más tarde o más temprano, falle el impulso necesario para seguir con el proyecto.
Me llamaba la atención el estado anímico de esta persona, puesto que estaba muy “cabreado”, tanto por el despido como por la situación laboral existente, por no encontrar una franquicia que le convenciera, por la crisis, …, en definitiva, cabreado con todo el mundo.
La actitud es muy importante a la hora de emprender, ese “cabreo” se nota y se transmite, por lo que no es muy aconsejable comenzar un proyecto en ese estado. Se que no es fácil, pero hay que intentar cambiar la dinámica y eliminar ese sentimiento, intentando pasar a un estado más entusiasta. Si no te entusiasma tu proyecto y crees firmemente en él… ¿quién lo va a hacer?
A continuación muestro la conversación que se mantuvo entre esa persona y el resto del grupo sobre su proyecto, en la que se puede ver que la idea de negocio se enfocaba a un negocio tradicional y, por otra parte, que no se habían analizado posibilidades y alternativas.
Emprendedor: He tenido suerte y la marca en la que he pensado no existe en la localidad, así que he ido corriendo a registrar la marca.
Grupo: Y ¿has registrado el dominio en internet?
E: No, ¿por qué?
G: Porque es aconsejable primero comprobar la existencia de la marca en internet, para luego registrar la marca, si es necesario. Si registras la marca y luego compruebas que ya existe el dominio, no vas a poder utilizar la marca en internet, puesto que derivarás todo el tráfico a la otra marca.
…
E: He tenido suerte y he encontrado un socio con mucha experiencia en el sector.
G: ¿Por qué necesitas un socio? ¿Por miedo de emprender en solitario o porque realmente lo necesitas? ¿Por qué quiere esa persona, con años de experiencia en el sector, ahora un socio?
…
E: Estoy buscando un local.
G: ¿Es necesario tener un local? ¿Para qué?
E: Es que todas las inmobiliarias tienen un local.
G: ¿Tu estrategia de captación de clientes se basa en la gente que vea tu local o vas a utilizar también captación online? Has de tener en cuenta que un local es un gasto fijo cada mes y que necesitarás tener a alguien allí, ¿realmente lo necesitas? ¿Te vas a reunir allí con el cliente?
E: Para firmar con el cliente.
G: Si es para firmar un contrato, puedes alquilar una sala por horas en un despacho de abogados y además, el firmar en un despacho de abogados, puede ofrecer al cliente una imagen de mayor seguridad. ¿Quién es tu cliente? ¿A quién te diriges?
E: A todo el mundo, nivel alto, medio y bajo.
G: Deberías definir quién es tu cliente ideal para poder desarrollar una estrategia. ¿Cómo te vas a diferenciar en el sector si haces lo mismo que todos?
En resumen, mucha gente comienza un proyecto emprendedor con la idea de un negocio tradicional, haciendo las mismas cosas que ya existen en el sector. No se analizan posibilidades de hacer nuevas acciones o utilizar nuevas herramientas para poder hacer algo que nos pueda diferenciar en el mercado.
Soy un apasionado de la filosofía Lean Startup, “si fracasas, que sea pronto y al menor coste posible”, y considero que es un método ágil y efectivo para validar una idea de negocio.
Una vez definida la propuesta de valor, se diseña un prototipo y se testea con el cliente lo antes posible. Es decir, validar la idea para ver si aporta realmente valor y si el cliente está interesado en ella y, sobre todo, realizando esta prueba con el menor coste posible. De esta forma, si se falla, se podrá modificar rápidamente la propuesta y se dispondrá de fondo económico para probar de nuevo.
Por el contrario, si inviertes una gran suma de dinero inicialmente y tardas en testear con el cliente, puede que no tengas una segunda oportunidad para emprender.
Si tienes un proyecto para emprender te animo a que apuestes por él.
Si no te has planteado emprender, pregúntate…
si no pudieras fracasar, ¿qué te gustaría hacer?
Emprender no es imposible, no es fácil pero es posible
¿Te atreves a emprender?
Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.
#reinnóvate
Angel Partida
¿Te ha gustado el artículo? Entonces no dudes en compartirlo en redes sociales o por mail.
¡¡¡Muchas gracias!!!