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El mito del emprendimiento

 

Lo primero que quiero dejar claro es que soy emprendedor y un firme defensor del emprendimiento. No obstante, últimamente he visto cosas que me hacen desconfiar acerca de como se está utilizando el concepto de emprendimiento y me da la sensación de que está comenzando a verse como un mito o como una utopía.

Plan para emprender

Por una parte, hay gente que muestra una imagen en la que parece que emprender es muy fácil. Se ponen como ejemplo de emprendimiento proyectos, que considero que no son los más adecuados, puesto que parten con una base muy sólida en cuanto a financiación y contactos.

Por otra parte, muchas personas se lanzan a emprender como una “huida hacia adelante”, posiblemente debido a las dificultades para lograr trabajo por cuenta ajena, y no parten con un proyecto sólido e ilusionante de futuro.  También hay personas que a la hora de emprender tienen como idea la de un negocio tradicional, asumiendo un alto riesgo y elevados costes, y no se plantean otras alternativas o incluso la posibilidad de minimizar dichos coste y riesgos.

 

El 90% de las empresas no llegan a los cinco años de vida

 

También se incide mucho en el emprendimiento tecnológico y se apoya mucho, pero ¿se valora y se da la importancia necesaria a otros tipos de emprendimiento? Da la sensación de que solo existe dicho emprendimiento, dejando de lado y restando importancia a esos otros tipos de emprendimiento, que son igualmente válidos.

Por tanto, ¿es real la imagen del emprendimiento que se está mostrando actualmente?

 

“Casos de éxito” de Start ups

Ultimamente estoy viendo casos de emprendimiento que podrían definirse como una continuación de la llamada “cultura del pelotazo” que existió hace unos años, en los que se buscaba el enriquecimiento rápido sin importar las consecuencias que pudiera conllevar.

Recientemente se han presentado como “casos de éxito” varias start ups que considero que no buscan crear un valor real para el mercado, sino que pretenden crear un modelo de negocio (captación de potenciales clientes) para que en un futuro cercano la start up sea comprada por una empresa más grande o por un inversor, desentendiéndose del proyecto para dedicarse a crear un nuevo proyecto con el que conseguir un nuevo “pelotazo”.

Estos “casos de éxito” se dedican a levantar rondas de financiación para comprar clientes y generar así una lista que puede resultar atractiva para un inversor o empresa consolidada en el sector, aprovechando de esta forma ese listado de leads o potenciales clientes.

Sin duda, la rentabilidad ha de estar presente en un proyecto emprendedor, pero considero que esa rentabilidad ha de venir por una buena propuesta de valor. Por tanto, la rentabilidad va a ser la consecuencia de un trabajo bien hecho.

En muchos casos, cuando el objetivo principal es el dinero, el proyecto puede terminar por fracasar, mientras que si el objetivo es aportar un valor al mercado, el dinero suele ser la consecuencia y el proyecto tendrá mayores posibilidades de mantenerse en el tiempo.

Creo que los grandes casos de éxito de start ups no han de utilizarse como referentes a la hora de emprender. Es más, es posible que pueda servir de utilidad conocer “casos de fracaso”, con los que se puede aprender lo “que no hay que hacer” a la hora de emprender un proyecto.

Por otra parte, una parte del éxito de estas start ups de referencia, reside en la existencia de una potente red de contactos previa y en contar con un buen músculo financiero, por lo que considero que estos casos no son los más adecuados para servir como ejemplo a un emprendedor que parte de cero.

 

Negocio tradicional

Como comentaba antes, en demasiadas ocasiones se utiliza el emprendimiento como una “huida hacia adelante”, es decir, tras un despido se plantea emprender un proyecto como alternativa al trabajo por cuenta ajena, pero sin una idea en firme y sin analizar las consecuencias que acarrea emprender.

Como ejemplo, hace unos días en una reunión de mastermind para emprendedores, uno de los participantes nos comentaba su idea de emprendimiento. Se había visto afectado por un ERE, por lo que había buscado de nuevo trabajo por cuenta ajena, pero las condiciones que le ofrecían no le convencían. Por otra parte había visto la posibilidad de hacerse con una franquicia, pero tampoco le había convencido ninguna.

Finalmente había decidido emprender, iba a cambiar de sector, pasando de comercial en el sector del automóvil al sector inmobiliario en una localidad cercana a Madrid. Algo, por otra parte bastante normal, puesto que últimamente cada vez más gente se reinventa y cambia de profesión.

Pero, ese cambio de profesión, ¿es por deseo real o por necesidad? Si es por necesidad, puede que no exista pasión por el nuevo proyecto y es posible, que más tarde o más temprano, falle el impulso necesario para seguir con el proyecto.

Me llamaba la atención el estado anímico de esta persona, puesto que estaba muy “cabreado”, tanto por el despido como por la situación laboral existente, por no encontrar una franquicia que le convenciera, por la crisis, …, en definitiva, cabreado con todo el mundo.

La actitud es muy importante a la hora de emprender, ese “cabreo” se nota y se transmite, por lo que no es muy aconsejable comenzar un proyecto en ese estado. Se que no es fácil, pero hay que intentar cambiar la dinámica y eliminar ese sentimiento, intentando pasar a un estado más entusiasta. Si no te entusiasma tu proyecto y crees firmemente en él… ¿quién lo va a hacer?

A continuación muestro la conversación que se mantuvo entre esa persona y el resto del grupo sobre su proyecto, en la que se puede ver que la idea de negocio se enfocaba a un negocio tradicional y, por otra parte, que no se habían analizado posibilidades y alternativas.

Emprendedor: He tenido suerte y la marca en la que he pensado no existe en la localidad, así que he ido corriendo a registrar la marca.

Grupo: Y ¿has registrado el dominio en internet?

E: No, ¿por qué?

G: Porque es aconsejable primero comprobar la existencia de la marca en internet, para luego registrar la marca, si es necesario. Si registras la marca y luego compruebas que ya existe el dominio, no vas a poder utilizar la marca en internet, puesto que derivarás todo el tráfico a la otra marca.

E: He tenido suerte y he encontrado un socio con mucha experiencia en el sector.

G: ¿Por qué necesitas un socio? ¿Por miedo de emprender en solitario o porque realmente lo necesitas? ¿Por qué quiere esa persona, con años de experiencia en el sector, ahora un socio?

E: Estoy buscando un local.

G: ¿Es necesario tener un local? ¿Para qué?

E: Es que todas las inmobiliarias tienen un local.

G: ¿Tu estrategia de captación de clientes se basa en la gente que vea tu local o vas a utilizar también captación online? Has de tener en cuenta que un local es un gasto fijo cada mes y que necesitarás tener a alguien allí, ¿realmente lo necesitas? ¿Te vas a reunir allí con el cliente?

E: Para firmar con el cliente.

G: Si es para firmar un contrato, puedes alquilar una sala por horas en un despacho de abogados y además, el firmar en un despacho de abogados, puede ofrecer al cliente una imagen de mayor seguridad. ¿Quién es tu cliente? ¿A quién te diriges?

E: A todo el mundo, nivel alto, medio y bajo.

G: Deberías definir quién es tu cliente ideal para poder desarrollar una estrategia. ¿Cómo te vas a diferenciar en el sector si haces lo mismo que todos?

 

En resumen, mucha gente comienza un proyecto emprendedor con la idea de un negocio tradicional, haciendo las mismas cosas que ya existen en el sector. No se analizan posibilidades de hacer nuevas acciones o utilizar nuevas herramientas para poder hacer algo que nos pueda diferenciar en el mercado.

 

Soy un apasionado de la filosofía Lean Startup, “si fracasas, que sea pronto y al menor coste posible”, y considero que es un método ágil y efectivo para validar una idea de negocio.

Una vez definida la propuesta de valor, se diseña un prototipo y se testea con el cliente lo antes posible. Es decir, validar la idea para ver si aporta realmente valor y si el cliente está interesado en ella y, sobre todo, realizando esta prueba con el menor coste posible. De esta forma, si se falla, se podrá modificar rápidamente la propuesta y se dispondrá de fondo económico para probar de nuevo.

Por el contrario, si inviertes una gran suma de dinero inicialmente y tardas en testear con el cliente, puede que no tengas una segunda oportunidad para emprender.

 

Si tienes un proyecto para emprender te animo a que apuestes por él.

Si no te has planteado emprender, pregúntate…

si no pudieras fracasar, ¿qué te gustaría hacer?

 

Emprender no es imposible, no es fácil pero es posible

¿Te atreves a emprender?

 

 

Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.

#reinnóvate

 

 Angel Partida

Fundador de “Reinnovatio

 

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Nuevos tiempos, nuevos métodos para los negocios

 

Estamos viviendo una época de cambios o, como muchos dices, un cambio de época. Actualmente a la hora de emprender se puede optar por desarrollar modelos de negocio tradicionales o bien por aprovechar nuevos métodos para desarrollar modelos de negocio diferentes.

El pasado lunes 22 de febrero impartí un taller sobre el modelo Canvas y Lean StartUp en Villanueva de la Cañada en el que hablaba precisamente de esto, de cómo podemos aprovechar los nuevos métodos de desarrollo ágil de negocios.

desarrollo de negocio

Lo primero que debemos de tener en cuenta al comenzar un proyecto de emprendimiento es que solo el 5% de las empresas sobreviven al quinto año de vida, es decir, un 95% se quedan en el camino. El futuro del emprendedor es incierto y requiere de una gran dosis de perseverancia si no se quiere formar parte de ese 95%. Eso si, no hay que tener miedo al fracaso, sino plantearnos ¿por qué no puedo tener éxito? Si ponemos nuestro foco en poder alcanzar el éxito, mayores serán nuestras posibilidades de lograrlo.

Por otra parte debemos realizar una labor de autoconocimiento, es decir, debemos tener claro cuál es nuestro propósito a la hora de emprender y el sentido de nuestro proyecto. Por qué y para qué hacemos las cosas, dónde queremos llegar, cómo vamos a conseguirlo, o en otras palabras, la misión, visión y estrategia. Sin olvidarnos de nuestros valores, los pilares sobre los que asienta cualquier proyecto que emprendamos.

Esta fase inicial de análisis nos va a facilitar la tarea a la hora de comunicar nuestro proyecto. Si, comunicar, porque si no comunicamos nuestro proyecto, ¿cómo lo van a conocer nuestros potenciales clientes? Y a la hora de comunicar nada mejor que apelar a la parte emocional, crear una historia que nos permita conectar con el cliente.

 

Alternativas al negocio tradicional

Muchos emprendedores recurren a la idea de negocio tradicional para desarrollar su proyecto, necesito un local o una oficina, tengo que realizar inversiones para lanzar mi producto,… pero ¿es realmente necesario? Es posible que si, pero existen alternativas, veamos algunas:

  • En lugar de comprar o alquilar un local, puedes llegar a un acuerdo con alguien que disponga de un local pero que es posible que lo tenga infrautilizado durante un determinado tiempo, por ejemplo un centro comercial en el que puedas ayudar a dinamizar las mañanas con tu actividad.
  • Puedes alquilar un espacio en un centro de negocios para utilizar una sala de reuniones, disponer de un puesto o de una oficina solo cuando lo necesites, evitando elevados coste fijos.
  • Evitar comprar stock de material intentando llegar a un acuerdo que pueda ser beneficioso para el proveedor y que sea él quien se encargue de enviar directamente los pedidos.
  • Crear un prototipo y testearlo con el cliente para validarlo antes de comenzar con la producción, evitando el elevado coste que supone un proceso de producción.

Este último ejemplo está basado en Lean StartUp, un método científico basado en un desarrollo ágil y que busca validar la idea directamente con el cliente, y sin necesidad de realizar grandes inversiones. Una vez testeado y validado comenzaría el momento de invertir en la producción, puesto que ya se ha comprobado la validez de la idea y el interés del cliente por nuestro producto o servicio.

La filosofía de Lean Startup es muy clara:

  • Si tienes que fallar que sea lo antes posible y al menor coste
  • Sal de la oficina y habla con el cliente

 

Proceso Lean Startup

  • Aterriza tu idea en papel y desarrolla hipótesis utilizando el modelo Canvas
  • Diseña y crea un prototipo de forma sencilla
  • Testea el prototipo con el cliente, valora su interés y obtén información
  • Analiza los datos obtenidos 
  • Revisa las hipótesis iniciales y modifica si es necesario
  • Itera: repite el ciclo hasta que el prototipo esté validado
  • Una vez validado comienza con el desarrollo de producto

En este momento es cuando pasas de tener una idea de negocio a tener un modelo de negocio y a la fase de desarrollo de producto, pudiendo ver si es repetible (no es un evento puntual) y escalable (crecimiento de la idea o producto).

 

Pivotando la idea de negocio

Una vez testeado tu prototipo con el cliente, puede ser que debas realizar modificaciones y tengas que pivotar la idea inicial en función de las necesidades del cliente. Este concepto puede ser utilizado la hora de lanzar una idea, por una nueva empresa, que compita con un producto existente en el mercado, como por empresas consolidadas que lancen un nuevo producto. Veamos dos ejemplos:

Caso Gillette

En el mercado existía un producto de gran calidad, las navajas de afeitar, sin embargo era un producto muy caro. King Camp Gillette vio la posibilidad de cambiar el modelo de negocio, en lugar de que el modelo de negocio fuera venta de una maquinilla de afeitar, el modelo de negocio iba a ser la venta del consumible, las cuchillas. En la Primera Guerra Mundial llegó a un acuerdo con el ejercito amerciano, en el que suministraba un kit de afeitado para los soldados. Al finalizar la contienda se habían consumido 3,5 millones de maquinillas y 32 millones de cuchillas.

Caso Xerox

En 1959 Xerox lanzó al mercado un producto revolucionario que superaba ampliamente las prestaciones de los productos existentes, la 914. Sin embargo tenía un handicap, su elevado coste que era de 29.500$. El equipo era muy caro por lo que las empresas no querían comprarlo, aunque las prestaciones eran realmente interesantes, puesto que no necesitaba un papel especial como otras copiadoras, sino que utilizaba el papel estandar. El nuevo modelo de negocio fue alquilar por 95$ al mes incluyendo 2.000 copias, a partir de las cuales se facturaban 4 cts por copia extra realizada.

 

Nuevas ideas de negocio

Como comentaba al inicio, los cambios que estamos viviendo están provocando que se planteen y desarrollen nuevas ideas de negocio, produciéndose una evolución de las ideas de negocio. Modelos de negocios como los de economía colaborativa están revolucionando el mercado, llegando a ser una competencia muy seria para los modelos de negocio tradicionales. Casos como los de AirBnB, BlaBlaCar, Uber, Wallapop o JobandTalent son una muestra de estos casos. Ponen en contacto a usuarios con distintos roles (comprador, vendedor) mediante una plataforma, satisfaciendo las necesidades de ambos.

Una vez vistos estos ejemplos, ¿crees que sería posible darle una vuelta a tu idea de negocio y desarrollarla desde otro punto de vista?

 

Allí donde hay una empresa de éxito alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker

 

Y tú que opinas, 

  • ¿Has utilizado el modelo Canvas? 
  • ¿Recomendarías su utilización?
  • ¿Conoces el método Lean Startup?
  • ¿Lo has utilizado?
  • ¿Qué te parecen los nuevos modelos de negocio?

Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.

#reinnóvate

 
Angel Partida
Fundador de “Reinnovatio

 

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¿Tienes claro el mensaje a comunicar de tu negocio?

 

A la hora de transmitir tu propuesta de valor, has de tener claro qué es lo que quieres comunicar. Sin duda, una buena propuesta bien comunicada conseguirá obtener unos buenos resultados, sin embargo, una buena propuesta pero mal comunicada, no conseguirá sus objetivos.

 

Comunicación

 

En demasiadas ocasiones he escuchado “mi idea es tan buena que se vende sola”, pero ¿es esto real? Yo creo que no, puedes tener una buena propuesta que ofrecer al mercado, pero si no es comunicada adecuadamente, puedes fracasar y no conseguir vender dicha propuesta. También puede suceder lo mismo con el planteamiento de “no voy a contar mi idea, no sea que me la copien”, pero si no cuentas tu idea, ¿cómo la van a conocer y cómo la van a comprar?

 

No solo consiste en tener una buena idea y una buena propuesta, es imprescindible comunicarla adecuadamente para que tenga éxito

 

A la hora de mejorar la comunicación, es necesario realizar un proceso de autoconocimiento, por lo que podemos plantearnos las siguientes preguntas que nos pueden orientar y ayudar a depurar el mensaje que queremos transmitir:

 

¿Por qué has creado la empresa? ¿Para qué?

Es necesario que tengas claras tus motivaciones y la razón de ser de tu proyecto, es decir, el sentido del proyecto. Puedes pensar que el motivo del proyecto es ganar dinero, pero no es así, el dinero no es el fin, es la consecuencia. Si tienes una buena propuesta y ofreces un servicio o producto de calidad, el dinero será la consecuencia de un buen trabajo realizado. Por tanto, has de tener un motivo distinto al del dinero y debes tener claro cual es.

 

El cliente no va a comprar tu propuesta porque quiere que tú ganes dinero, sino porque tu propuesta resuelve un problema suyo

 

Considero que empezar analizando el “porqué” es fundamental, lo descubrí gracias a la charla TED de Simon Sinek, uno de mis referentes a la hora de desarrollar mi idea de negocio. 

 

¿Qué quieres lograr?

Una vez que tienes claro el motivo por el que estás desarrollando tu proyecto, has de tener claro qué es lo que quieres lograr con dicho proyecto y dónde quieres llegar, es decir, tu visión de futuro. Puedes plantear una visión a 5 años y puedes preguntarte, “si no pudieras fracasar ¿qué es lo que harías?” En otras palabras, permítete soñar.

 

¿Quién es tu cliente ideal? 

Una respuesta habitual a esta pregunta suele ser “todo el mundo”. De acuerdo, es posible que todo el mundo pueda comprar tu propuesta, pero lo más seguro es que si te diriges a todo el mundo, no llegues a nadie. Por tanto debes definir tu nicho de mercado, y definir a tu cliente ideal. Ponle cara, piensa dónde vive, cómo es, es decir, descríbelo con detalle. Cuanto mejor definas a ese cliente ideal, mejor podrás segmentar el mercado y más fácil será comunicar tu mensaje.

 

¿Qué problema tiene tu cliente? ¿Qué problema resuelves? 

Aunque puedan parecer la misma pregunta, no lo son. Una cosa es el problema que el cliente tiene o cree que tiene, y otra cosa es el problema que tú resuelves al cliente, y esos problemas pueden coincidir o no.

 

Pongamos un ejemplo para verlo más claramente, “la búsqueda de empleo”, el problema del cliente es “conseguir trabajo”, mientras que la propuesta de valor que podemos ofrecer es “aumentar las posibilidades de encontrar un trabajo mejorando su autoconocimiento y aumentando la confianza en si mismo”, el problema que se resuelve es mejorar la marca profesional.

 

¿Cómo lo resuelves?

Es decir, cuál es el método que utilizas para resolver el problema del cliente y cómo le haces llegar tu propuesta de valor. Cuales son los pasos a seguir para solucionar el problema.

 

¿Está dispuesto a cambiar el cliente para aceptar tu propuesta?

Es posible que a tu cliente tu propuesta le parezca una buena idea, pero ¿estaría dispuesto a realizar cambios en su vida (a nivel personal o laboral) para implementar tu idea? Es posible que, pese a parecerle una buena propuesta, no este dispuesto a realizar los cambios que impliquen adoptar dicha idea.

 

Por ejemplo, una empresa puede querer mejorar las ventas y le resulte una buena idea analizar la información de sus clientes, sin embargo puede que no esté dispuesta a implementar un CRM para capturar los datos o una herramienta que le permita analizar dichos datos.

 

¿Está dispuesto a pagar por tu propuesta? ¿Cuánto está dispuesto a pagar?

Una buena idea no siempre es monetizable, por lo que has de saber si tu cliente está dispuesto a pagar por tus propuestas o soluciones. Al igual que en la pregunta anterior, les puede parecer muy buena tu propuesta, pero al igual que puede que  no estén dispuestos a cambiar, puede que tampoco estén dispuestos a pagar por dicha propuesta. Por otra parte, es posible que tu estimación inicial de precios no esté ajustada a lo que desea pagar el cliente.

 

¿Quién es tu competencia? 

Una respuesta habitual a esta pregunta suele ser “no tengo competencia”, pero ¿de verdad no tienes competencia? ¿Has buscado si existen empresas que hagan lo mismo que tú? Si existen dichas empresas, ¿las has estudiado? ¿Sabes lo que hacen? 

 

¿En qué te diferencias de tu competencia?

Una vez que sabes lo que hace tu competencia, ¿has analizado qué es lo que te gusta de lo que hacen? ¿Y lo que no te gusta? ¿Qué podrías mejorar? entonces, ¿cuál es tu valor diferencial?

 

¿Por qué han de elegirte a ti?

Existe competencia y posiblemente lleven varios años en el mercado, mientras que tú no eres conocido, enotonces ¿por qué deberían elegirte a ti? Diferenciarte por precio no suele ser una buena estrategia, siempre puede llegar alguien que sea más barato que tú y eche por tierra tu estrategia. Por tanto, debes analizar y definir cuál es el factor por el que te deben elegir.

 

¿Qué beneficios aportas a tu cliente?

Si no ofreces un beneficio claro al cliente, ¿por qué debería elegirte? ¿Cómo se va a beneficiar el cliente con tu propuesta? La percepción por parte del cliente de ese beneficio es fundamental a la hora de que te elijan. El beneficio que aportas está ligado al problema que resuelves y es aconsejable cuantificarlo.

 

Al responder a estas preguntas vas a poder definir claramente el sentido de tu proyecto, vas a entender la importancia de tu propuesta y podrás tener más claro el mensaje a comunicar para llegar mejor a tu cliente.

 “Si muestras a la gente los problemas y después las soluciones, se moverán para solucionarlos”. Bill Gates 

 

Y tú que opinas, ¿tienes claro el sentido de tu proyecto? ¿Tienes bien definido cómo quieres que te vean? ¿Sabes cuál es el mensaje que quieres comunicar? ¿Incluirías alguna pregunta más?

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Angel Partida
Fundador de “Reinnovatio

 

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Aprender y emprender. Mi historia como emprendedor

 

Mi historia como emprendedor comenzó con una palabra que es posible que te suene… ERE. Exacto, fui uno de tantos afectados por un expediente de regulación en la crisis de estos últimos años.

La empresa donde trabajaba, una multinacional en la que poco antes creía que me ofrecía una seguridad y estabilidad laboral considerable, decidió cerrar una de las líneas de producción y despedir a la mitad de la plantilla. Así que, en esa nueva situación me planteé una pregunta ¿buscaba nuevamente trabajo o creaba mi propio trabajo? Bien podía optar por buscar de nuevo la “seguridad” de una empresa, con el riesgo de volverme a encontrar en el futuro de nuevo en la misma situación, es decir, el paro. O bien, me planteaba la posibilidad de aprovechar mi experiencia profesional y mis conocimientos para ofrecer algo diferente en el mercado y crear mi propio trabajo.

¿Algo arriesgado? Quizá si, pero ¿qué seguridad me puede ofrecer una empresa? El futuro del mercado laboral está cambiando, desde mi punto de vista las empresas serán organizaciones cada vez más livianas, con menos personal propio y con mayor nivel de subcontratación. Por lo que cada vez serán más necesarios profesionales especializados que ofrezcan servicios puntuales.

Emprender

 

“Un hombre con una idea es un loco hasta que triunfa”. Mark Twain

 

Así que me decidí por crear mi propio trabajo y los pasos que seguí en el desarrollo de mi proyecto emprendor fueron los siguientes:

Decisión… ¿Qué hago?

Como he dicho antes, esa fue la duda que me asaltó al plantearme mi futuro profesional, buscaba de nuevo un trabajo por cuenta ajena, pudiendo volver a sucederme  la misma historia, o me creaba mi propio trabajo.

Anteriormente ya me había encontrado en una situación similar, dos trabajos en empresas muy importantes y contratofin de obra“. Después de 14 y 21 meses respectivamente, terminaron las “obras” y me encontraba de nuevo en la casilla de salida. Por lo que en esta ocasión decidí comenzar mi aventura como emprendedor.

Definición de mi idea de proyecto

Las siguientes preguntas que me planteé fueron:

  • ¿Cómo puedo aprovechar mi experiencia profesional?
  • ¿Qué es lo que se hacer?
  • ¿Qué es lo que puedo ofrecer y cómo me puedo diferenciar?
  • ¿Qué es lo que me gustaría hacer

Esta última pregunta es vital, desde mi punto de vista, a la hora de emprender. Puedes realizar una huida hacia adelante y seguir dedicándote a lo que sabes hacer, pese a que a lo mejor no te gusta, o puedes ver como podrías monetizar aquello que te gustaría hacer, por supuesto con una formación adecuada. En mi caso desarrollé dos proyectos, uno relacionado con lo que había hecho en mi vida profesional como ingeniero y otro en el que desarrollaba aquello que me gustaba, un proceso de reinvención profesional en el que trabajar con Redes Sociales, Marca Profesional, Motivación y RRHH, Formación,…

Aprendizaje

Emprender era algo nuevo para mi y, como sucede en todo lo nuevo, era necesaria la formación. La apertura de mente es algo muy necesario a la hora de emprender, por lo que necesitaba ejercitar mi mente de una forma diferente, aprender a ver oportunidades en lugar de problemas. Por ello hice un programa de formación para emprendedores en una escuela especializada, Jung&Proyect

¿Podría haber hecho un MBA? Sin duda, pero lo que quería era emprender y crear una empresa, no dirigir la empresa de otra persona. Por lo que he visto, los MBA forman directivos y no enseñan tanto a emprender, o por lo menos es lo que yo creo.

El emprendedor debe tener mentalidad de aprendiz, la formación ha de ser continuada y cuanto más receptivo estés para absorber nuevos conocimientos, mayor apertura de mente. Aumentarás tu capacidad de resolución de problemas y mejorarás tu creatividad y capacidad de innovación.

Puesta en marcha del proyecto

Aterricé mi idea de negocio utilizando una herramienta muy útil, el modelo Canvas de Negocio. Una vez definida mi idea de proyecto y con una nueva mentalidad mucho más abierta, pasé a poner en marcha esa idea y a desarrollarla, es decir, pasarla del papel a la realidad, por lo que tuve que generar contenido, crear una web, comenzar un blog,…

Búsqueda de colaboradores

Considero que este punto es algo fundamental. Antes de buscar clientes busqué colaboradores. ¿Colaboradores para qué? Colaboradores para poder ampliar mi oferta, no tenía que dedicarme yo a todo, podía especializarme en algo concreto pero podía ofrecer los servicios o productos de mis colaboradores, ampliando de esa forma mi oferta. Y otro punto a tener en cuenta, igual que yo prescribo los servicios o productos de mis colaboradores, ellos prescriben los míos. Por lo que de esa forma amplías tu red comercial, puedes llegar a más potenciales clientes de lo que podrías hacer tú solo.

Trabajé mi red de contactos, tanto de colaboradores como de posibles clientes y de conectores con clientes. Esto es algo a tener muy en cuenta puesto que tu red de contactos puede tener un valor incalculable.

Trabajar, trabajar, trabajar

Normalmente se escucha la frase, “si crees puedes”,… pero hace falta algo más, el trabajo, por lo que la frase completa sería

“si crees y trabajas, puedes”

Sin duda al emprender tienes que trabajar horas y más horas, fines de semana seguramente, no tendrás horarios, … pero lo harás por una buena causa, tu propio proyecto. Quizá la meta a alcanzar pueda ser tener un horario magnífico, no obstante, para alcanzarlo es necesario invertir muchas horas y dedicar mucho trabajo. ¿Merece la pena? Desde mi punto de vista, sin duda.

¿Cuáles son las cualidades de un emprendedor?

Las principales cualidades de un emprendedor son la constancia y la tenacidad, la fe en uno mismo y en sus posibilidades, sin olvidarnos de la pasión, apertura de mente, actitud de aprendiz,… Todo es posible y si crees en ti y trabajas firmemente, eres capaz de conseguir lo que te propongas.

 

¿Tienes un sueño? ¿Crees en ti?

Entonces, ¿qué te impide trabajar por tus sueños?

Si no pudieras fracasar… ¿a qué te dedicarías?

 

“Todos los sueños están para cumplirse si tienes el coraje de perseguirlos”. Walt Disney

 

Y tú que opinas, ¿te atreves a emprender tu propio proyecto? ¿Qué sabes hacer? ¿Qué te gustaría hacer? ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de 5 años?

Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.

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Angel Partida
Fundador de “Reinnovatio

 

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Mis referentes a la hora de desarrollar mi idea de negocio

 

A la hora de desarrollar mi idea de negocio he tenido diferentes referentes, tanto para formación, como fuente de inspiración, motivación y estrategia. Considero imprescindible tener diversos referentes que sirvan para inspirarte y ayudar a dar forma a tu proyecto emprendedor. Referentes a los que seguir, de los que aprender, de los que tomar ideas que luego puedes utilizar.

Mis principales referentes, y en algún caso mentores, han sido los siguientes:

Natividad Pérez

Fundadora de la Escuela de Emprendedores Jung, es un gran referente para los emprendedores y también es mi principal mentora. La conocí en los inicios de su proyecto y actualmente  ha llegado ya, con sus conferencias y cursos, a más de 30.000 emprendedores.

Fue mi primera toma de contacto con el emprendimiento. Yo tenía una idea, pero la verdad es que no estaba muy seguro de mi mismo, me asaltaban las dudas y planteamientos como “claro, no hay otro momento mejor para comenzar un proyecto emprendedor que en la crisis, a quién se le ocurre”. Sin embargo, fui a una conferencia que daba en Las Rozas y, oh sorpresa, lo primero que vi fue una sala llena de personas que tenían una idea para emprender y que, en la mayoría de los casos, se trataba de personas que se estaban reinventando y dando un giro de 180º a su vida profesional. 

Me gustó, tanto el contenido de la ponencia, como lo que decía Natividad, de hecho, en muchas de las cosas que decía me veía reflejado, tenía la sensación de que me estaba hablando a mi. Poco después hice un curso que resultó ser revelador para mi, efectivamente yo tenía un proyecto. Posteriormente completé mi formación haciendo el programa completo de cursos. Gracias a esta formación cambió mi mentalidad, mi forma de ver las cosas. Vi que era posible crear y alcanzar aquello que me plantease, tan solo dependía de mi. Fue un cambio mental imprescindible para comenzar a desarrollar mi proyecto.

 

“A menudo nos encontramos ante grandes oportunidades disfrazadas de situaciones imposibles”. Charles R. Swindoll 

 

Juan Merodio

Es uno de los grandes referentes nacionales sobre estrategia en redes sociales y social media. Gracias a él descubrí la importancia de las redes sociales y el gran potencial que nos brindan. También vi que es imprescindible definir una estrategia, es decir, qué queremos hacer, por qué y para qué. La necesidad de elegir la red social adecuada para nuestro propósito y, una vez en las redes sociales, ser activos, puesto que de lo contrario puede actuar en nuestra contra y perjudicarnos.

Su blog es un punto de referencia fundamental para estar informados de las últimas novedades, de forma fiable y personal puesto que él mismo las prueba antes de escribir sobre ellas y contar su experiencia.

 

Javier Megías

Javier habla de Estrategia, Startups y Modelos de Negocio. Gracias a un artículo de su blog descubrí el modelo de negocio Canvas, una herramienta que considero fundamental a la hora de definir y desarrollar una idea de negocio. Normalmente se escucha cuando comienzas un proyecto, “tienes que hacer un plan de negocio”, pero considero que no siempre es necesario para iniciar tu proyecto, mientras que si que creo que el primer paso imprescindible es definir esa idea y el modelo Canvas te ayuda.

 

Laura Ribas

Sin duda, para mi una de las mayores expertas nacionales en marketing y ventas. Su evolución es espectacular y la ha ido mostrando a lo largo del tiempo, mostrando como ha implementado procesos y técnicas, las herramientas que ha utilizado y toda la experiencia adquirida. Todo ello lo muestra en su blog y en su canal de YouTube, donde puedes encontrar información realmente valiosa, así como en sus cursos, 100% prácticos.

 

Néstor Guerra

Uno de los ponentes más carismáticos, enérgicos e inspiradores sobre metodología lean startup,  donde se aplica la máxima “si tienes que fracasar, hazlo rápido y con el mínimo coste“. Como he dicho antes, no hay que comenzar con un plan de negocio, sino comenzar por definir la idea, salir a la calle, hablar con el potencial cliente para validar tu idea, prototipar e intentar vender la idea antes de desarrollarla. No te enamores de tu proyecto, comprueba que cubre una necesidad del mercado.

 

Maider Tomasena

Maider es un referente del mundo del Copywriting, es decir, el arte de seducir con los textos, de cómo lograr que tus textos vendan. Como dice en su web, “aprende a controlar las palabras, a fascinar a tu cliente ideal y conseguir más ventas“. Es imprescindible trasmitir un mensaje que sea atractivo, que capte la atención y que logre el objetivo de tu negocio, convertir tu propuesta de valor en ventas.

 

Mario Alonso Puig

Le vi por primera vez en una charla de la jornadas de Madrid Excelente y me impactó, tanto su mensaje como la explicación científica desde su experiencia como médico y cirujano, desde entonces he leído varios de sus libros, he visto varios vídeos suyos y le he visto en nuevas ponencias.

Libros como “Ahora yo“, “Reinventarse” o “Madera de Líder“, me han servido de inspiración y me han ayudado a ver que puedo crear mi propio futuro.

 

Alex Rovira

Había oído hablar de él en numerosas conferencias, siendo nombrado como un referente importante. La primera vez que le escuché en una ponencia, en el evento del “Garaje de Budget“, hizo que analizara su mensaje, y sirvió para que tomara mayor conciencia de mi y de mis posibilidades y, sobre todo, hizo que viera que tenía al alcance de mi mano la buena suerte, que yo podía crear la buena suerte, con un ingrediente fundamental “acción“.

Libros como “La buena vida“, “La buena crisis“, “El mapa del tesoro“, “La brújula interior” y sobre todo “La buena suerte“, han sido guías de acción, inspiración y positivismo.

 

Simon Sinek

Para mi fue una revelación su charla TED sobre el “Círculo de Oro“, o “cómo los grandes líderes inspiran la acción“. Creo que es imprescindible escuchar esta charla para comprender como debemos transmitir nuestro mensaje si queremos que sea eficaz y que capte la atención de nuestro potencial cliente. Se explica como actuar sobre las emociones para tener mayor impacto con nuestro mensaje.

 

 

Fernando Botella

Le descubrí en la jornada “Si a la pyme le va bien“, y su ponencia llena de positivismo y energía hizo que comprase su libro, “¡Atrévete! ¿Y si eliges ser feliz?“, toda una declaración de intenciones, una suma de ideas, pensamientos y experiencias para tomar el timón de tu vida y atreverte a llegar a ser quien realmente deseas ser.

Después le vi como ponente en las charlas de TEDxAlcarriaSt, con la conferencia “La vida es chula“, una charla realmente inspiradora.

 

 

En resumen, mis referentes se basan en la experiencia personal, en la actitud y en la acción continuada como impulsores de sus proyectos. Palabras como pasión, ilusión, entusiasmo y positivismo son claves para desarrollar cualquier proyecto.

 

Allí donde hay una empresa de éxito alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker

 

Y para ti, ¿quiénes son tus referentes? ¿A quién recomendarías? ¿Qué blogs sigues? ¿Quiénes son tus fuentes de inspiración? ¿Qué tipo de formación buscas?

Te invito a compartir tu opinión y sugerencias en los comentarios.

#reinnóvate

 
Angel Partida
Fundador de “Reinnovatio

 

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