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El mito del emprendimiento
Lo primero que quiero dejar claro es que soy emprendedor y un firme defensor del emprendimiento. No obstante, últimamente he visto cosas que me hacen desconfiar acerca de como se está utilizando el concepto de emprendimiento y me da la sensación de que está comenzando a verse como un mito o como una utopía.
Por una parte, hay gente que muestra una imagen en la que parece que emprender es muy fácil. Se ponen como ejemplo de emprendimiento proyectos, que considero que no son los más adecuados, puesto que parten con una base muy sólida en cuanto a financiación y contactos.
Por otra parte, muchas personas se lanzan a emprender como una “huida hacia adelante”, posiblemente debido a las dificultades para lograr trabajo por cuenta ajena, y no parten con un proyecto sólido e ilusionante de futuro. También hay personas que a la hora de emprender tienen como idea la de un negocio tradicional, asumiendo un alto riesgo y elevados costes, y no se plantean otras alternativas o incluso la posibilidad de minimizar dichos coste y riesgos.
El 90% de las empresas no llegan a los cinco años de vida
También se incide mucho en el emprendimiento tecnológico y se apoya mucho, pero ¿se valora y se da la importancia necesaria a otros tipos de emprendimiento? Da la sensación de que solo existe dicho emprendimiento, dejando de lado y restando importancia a esos otros tipos de emprendimiento, que son igualmente válidos.
Por tanto, ¿es real la imagen del emprendimiento que se está mostrando actualmente?
“Casos de éxito” de Start ups
Ultimamente estoy viendo casos de emprendimiento que podrían definirse como una continuación de la llamada “cultura del pelotazo” que existió hace unos años, en los que se buscaba el enriquecimiento rápido sin importar las consecuencias que pudiera conllevar.
Recientemente se han presentado como “casos de éxito” varias start ups que considero que no buscan crear un valor real para el mercado, sino que pretenden crear un modelo de negocio (captación de potenciales clientes) para que en un futuro cercano la start up sea comprada por una empresa más grande o por un inversor, desentendiéndose del proyecto para dedicarse a crear un nuevo proyecto con el que conseguir un nuevo “pelotazo”.
Estos “casos de éxito” se dedican a levantar rondas de financiación para comprar clientes y generar así una lista que puede resultar atractiva para un inversor o empresa consolidada en el sector, aprovechando de esta forma ese listado de leads o potenciales clientes.
Sin duda, la rentabilidad ha de estar presente en un proyecto emprendedor, pero considero que esa rentabilidad ha de venir por una buena propuesta de valor. Por tanto, la rentabilidad va a ser la consecuencia de un trabajo bien hecho.
En muchos casos, cuando el objetivo principal es el dinero, el proyecto puede terminar por fracasar, mientras que si el objetivo es aportar un valor al mercado, el dinero suele ser la consecuencia y el proyecto tendrá mayores posibilidades de mantenerse en el tiempo.
Creo que los grandes casos de éxito de start ups no han de utilizarse como referentes a la hora de emprender. Es más, es posible que pueda servir de utilidad conocer “casos de fracaso”, con los que se puede aprender lo “que no hay que hacer” a la hora de emprender un proyecto.
Por otra parte, una parte del éxito de estas start ups de referencia, reside en la existencia de una potente red de contactos previa y en contar con un buen músculo financiero, por lo que considero que estos casos no son los más adecuados para servir como ejemplo a un emprendedor que parte de cero.
Negocio tradicional
Como comentaba antes, en demasiadas ocasiones se utiliza el emprendimiento como una “huida hacia adelante”, es decir, tras un despido se plantea emprender un proyecto como alternativa al trabajo por cuenta ajena, pero sin una idea en firme y sin analizar las consecuencias que acarrea emprender.
Como ejemplo, hace unos días en una reunión de mastermind para emprendedores, uno de los participantes nos comentaba su idea de emprendimiento. Se había visto afectado por un ERE, por lo que había buscado de nuevo trabajo por cuenta ajena, pero las condiciones que le ofrecían no le convencían. Por otra parte había visto la posibilidad de hacerse con una franquicia, pero tampoco le había convencido ninguna.
Finalmente había decidido emprender, iba a cambiar de sector, pasando de comercial en el sector del automóvil al sector inmobiliario en una localidad cercana a Madrid. Algo, por otra parte bastante normal, puesto que últimamente cada vez más gente se reinventa y cambia de profesión.
Pero, ese cambio de profesión, ¿es por deseo real o por necesidad? Si es por necesidad, puede que no exista pasión por el nuevo proyecto y es posible, que más tarde o más temprano, falle el impulso necesario para seguir con el proyecto.
Me llamaba la atención el estado anímico de esta persona, puesto que estaba muy “cabreado”, tanto por el despido como por la situación laboral existente, por no encontrar una franquicia que le convenciera, por la crisis, …, en definitiva, cabreado con todo el mundo.
La actitud es muy importante a la hora de emprender, ese “cabreo” se nota y se transmite, por lo que no es muy aconsejable comenzar un proyecto en ese estado. Se que no es fácil, pero hay que intentar cambiar la dinámica y eliminar ese sentimiento, intentando pasar a un estado más entusiasta. Si no te entusiasma tu proyecto y crees firmemente en él… ¿quién lo va a hacer?
A continuación muestro la conversación que se mantuvo entre esa persona y el resto del grupo sobre su proyecto, en la que se puede ver que la idea de negocio se enfocaba a un negocio tradicional y, por otra parte, que no se habían analizado posibilidades y alternativas.
Emprendedor: He tenido suerte y la marca en la que he pensado no existe en la localidad, así que he ido corriendo a registrar la marca.
Grupo: Y ¿has registrado el dominio en internet?
E: No, ¿por qué?
G: Porque es aconsejable primero comprobar la existencia de la marca en internet, para luego registrar la marca, si es necesario. Si registras la marca y luego compruebas que ya existe el dominio, no vas a poder utilizar la marca en internet, puesto que derivarás todo el tráfico a la otra marca.
…
E: He tenido suerte y he encontrado un socio con mucha experiencia en el sector.
G: ¿Por qué necesitas un socio? ¿Por miedo de emprender en solitario o porque realmente lo necesitas? ¿Por qué quiere esa persona, con años de experiencia en el sector, ahora un socio?
…
E: Estoy buscando un local.
G: ¿Es necesario tener un local? ¿Para qué?
E: Es que todas las inmobiliarias tienen un local.
G: ¿Tu estrategia de captación de clientes se basa en la gente que vea tu local o vas a utilizar también captación online? Has de tener en cuenta que un local es un gasto fijo cada mes y que necesitarás tener a alguien allí, ¿realmente lo necesitas? ¿Te vas a reunir allí con el cliente?
E: Para firmar con el cliente.
G: Si es para firmar un contrato, puedes alquilar una sala por horas en un despacho de abogados y además, el firmar en un despacho de abogados, puede ofrecer al cliente una imagen de mayor seguridad. ¿Quién es tu cliente? ¿A quién te diriges?
E: A todo el mundo, nivel alto, medio y bajo.
G: Deberías definir quién es tu cliente ideal para poder desarrollar una estrategia. ¿Cómo te vas a diferenciar en el sector si haces lo mismo que todos?
En resumen, mucha gente comienza un proyecto emprendedor con la idea de un negocio tradicional, haciendo las mismas cosas que ya existen en el sector. No se analizan posibilidades de hacer nuevas acciones o utilizar nuevas herramientas para poder hacer algo que nos pueda diferenciar en el mercado.
Soy un apasionado de la filosofía Lean Startup, “si fracasas, que sea pronto y al menor coste posible”, y considero que es un método ágil y efectivo para validar una idea de negocio.
Una vez definida la propuesta de valor, se diseña un prototipo y se testea con el cliente lo antes posible. Es decir, validar la idea para ver si aporta realmente valor y si el cliente está interesado en ella y, sobre todo, realizando esta prueba con el menor coste posible. De esta forma, si se falla, se podrá modificar rápidamente la propuesta y se dispondrá de fondo económico para probar de nuevo.
Por el contrario, si inviertes una gran suma de dinero inicialmente y tardas en testear con el cliente, puede que no tengas una segunda oportunidad para emprender.
Si tienes un proyecto para emprender te animo a que apuestes por él.
Si no te has planteado emprender, pregúntate…
si no pudieras fracasar, ¿qué te gustaría hacer?
Emprender no es imposible, no es fácil pero es posible
¿Te atreves a emprender?
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#reinnóvate
Angel Partida
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Nuevos tiempos, nuevos métodos para los negocios
Estamos viviendo una época de cambios o, como muchos dices, un cambio de época. Actualmente a la hora de emprender se puede optar por desarrollar modelos de negocio tradicionales o bien por aprovechar nuevos métodos para desarrollar modelos de negocio diferentes.
El pasado lunes 22 de febrero impartí un taller sobre el modelo Canvas y Lean StartUp en Villanueva de la Cañada en el que hablaba precisamente de esto, de cómo podemos aprovechar los nuevos métodos de desarrollo ágil de negocios.
Lo primero que debemos de tener en cuenta al comenzar un proyecto de emprendimiento es que solo el 5% de las empresas sobreviven al quinto año de vida, es decir, un 95% se quedan en el camino. El futuro del emprendedor es incierto y requiere de una gran dosis de perseverancia si no se quiere formar parte de ese 95%. Eso si, no hay que tener miedo al fracaso, sino plantearnos ¿por qué no puedo tener éxito? Si ponemos nuestro foco en poder alcanzar el éxito, mayores serán nuestras posibilidades de lograrlo.
Por otra parte debemos realizar una labor de autoconocimiento, es decir, debemos tener claro cuál es nuestro propósito a la hora de emprender y el sentido de nuestro proyecto. Por qué y para qué hacemos las cosas, dónde queremos llegar, cómo vamos a conseguirlo, o en otras palabras, la misión, visión y estrategia. Sin olvidarnos de nuestros valores, los pilares sobre los que asienta cualquier proyecto que emprendamos.
Esta fase inicial de análisis nos va a facilitar la tarea a la hora de comunicar nuestro proyecto. Si, comunicar, porque si no comunicamos nuestro proyecto, ¿cómo lo van a conocer nuestros potenciales clientes? Y a la hora de comunicar nada mejor que apelar a la parte emocional, crear una historia que nos permita conectar con el cliente.
Alternativas al negocio tradicional
Muchos emprendedores recurren a la idea de negocio tradicional para desarrollar su proyecto, necesito un local o una oficina, tengo que realizar inversiones para lanzar mi producto,… pero ¿es realmente necesario? Es posible que si, pero existen alternativas, veamos algunas:
- En lugar de comprar o alquilar un local, puedes llegar a un acuerdo con alguien que disponga de un local pero que es posible que lo tenga infrautilizado durante un determinado tiempo, por ejemplo un centro comercial en el que puedas ayudar a dinamizar las mañanas con tu actividad.
- Puedes alquilar un espacio en un centro de negocios para utilizar una sala de reuniones, disponer de un puesto o de una oficina solo cuando lo necesites, evitando elevados coste fijos.
- Evitar comprar stock de material intentando llegar a un acuerdo que pueda ser beneficioso para el proveedor y que sea él quien se encargue de enviar directamente los pedidos.
- Crear un prototipo y testearlo con el cliente para validarlo antes de comenzar con la producción, evitando el elevado coste que supone un proceso de producción.
Este último ejemplo está basado en Lean StartUp, un método científico basado en un desarrollo ágil y que busca validar la idea directamente con el cliente, y sin necesidad de realizar grandes inversiones. Una vez testeado y validado comenzaría el momento de invertir en la producción, puesto que ya se ha comprobado la validez de la idea y el interés del cliente por nuestro producto o servicio.
La filosofía de Lean Startup es muy clara:
- Si tienes que fallar que sea lo antes posible y al menor coste
- Sal de la oficina y habla con el cliente
Proceso Lean Startup
- Aterriza tu idea en papel y desarrolla hipótesis utilizando el modelo Canvas
- Diseña y crea un prototipo de forma sencilla
- Testea el prototipo con el cliente, valora su interés y obtén información
- Analiza los datos obtenidos
- Revisa las hipótesis iniciales y modifica si es necesario
- Itera: repite el ciclo hasta que el prototipo esté validado
- Una vez validado comienza con el desarrollo de producto
En este momento es cuando pasas de tener una idea de negocio a tener un modelo de negocio y a la fase de desarrollo de producto, pudiendo ver si es repetible (no es un evento puntual) y escalable (crecimiento de la idea o producto).
Pivotando la idea de negocio
Una vez testeado tu prototipo con el cliente, puede ser que debas realizar modificaciones y tengas que pivotar la idea inicial en función de las necesidades del cliente. Este concepto puede ser utilizado la hora de lanzar una idea, por una nueva empresa, que compita con un producto existente en el mercado, como por empresas consolidadas que lancen un nuevo producto. Veamos dos ejemplos:
Caso Gillette
En el mercado existía un producto de gran calidad, las navajas de afeitar, sin embargo era un producto muy caro. King Camp Gillette vio la posibilidad de cambiar el modelo de negocio, en lugar de que el modelo de negocio fuera venta de una maquinilla de afeitar, el modelo de negocio iba a ser la venta del consumible, las cuchillas. En la Primera Guerra Mundial llegó a un acuerdo con el ejercito amerciano, en el que suministraba un kit de afeitado para los soldados. Al finalizar la contienda se habían consumido 3,5 millones de maquinillas y 32 millones de cuchillas.
Caso Xerox
En 1959 Xerox lanzó al mercado un producto revolucionario que superaba ampliamente las prestaciones de los productos existentes, la 914. Sin embargo tenía un handicap, su elevado coste que era de 29.500$. El equipo era muy caro por lo que las empresas no querían comprarlo, aunque las prestaciones eran realmente interesantes, puesto que no necesitaba un papel especial como otras copiadoras, sino que utilizaba el papel estandar. El nuevo modelo de negocio fue alquilar por 95$ al mes incluyendo 2.000 copias, a partir de las cuales se facturaban 4 cts por copia extra realizada.
Nuevas ideas de negocio
Como comentaba al inicio, los cambios que estamos viviendo están provocando que se planteen y desarrollen nuevas ideas de negocio, produciéndose una evolución de las ideas de negocio. Modelos de negocios como los de economía colaborativa están revolucionando el mercado, llegando a ser una competencia muy seria para los modelos de negocio tradicionales. Casos como los de AirBnB, BlaBlaCar, Uber, Wallapop o JobandTalent son una muestra de estos casos. Ponen en contacto a usuarios con distintos roles (comprador, vendedor) mediante una plataforma, satisfaciendo las necesidades de ambos.
Una vez vistos estos ejemplos, ¿crees que sería posible darle una vuelta a tu idea de negocio y desarrollarla desde otro punto de vista?
Allí donde hay una empresa de éxito alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker
Y tú que opinas,
- ¿Has utilizado el modelo Canvas?
- ¿Recomendarías su utilización?
- ¿Conoces el método Lean Startup?
- ¿Lo has utilizado?
- ¿Qué te parecen los nuevos modelos de negocio?
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#reinnóvate
Fundador de “Reinnovatio”
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¿Tienes claro el mensaje a comunicar de tu negocio?
No solo consiste en tener una buena idea y una buena propuesta, es imprescindible comunicarla adecuadamente para que tenga éxito
¿Por qué has creado la empresa? ¿Para qué?
El cliente no va a comprar tu propuesta porque quiere que tú ganes dinero, sino porque tu propuesta resuelve un problema suyo
¿Qué quieres lograr?
¿Quién es tu cliente ideal?
¿Qué problema tiene tu cliente? ¿Qué problema resuelves?
¿Cómo lo resuelves?
¿Está dispuesto a cambiar el cliente para aceptar tu propuesta?
¿Está dispuesto a pagar por tu propuesta? ¿Cuánto está dispuesto a pagar?
¿Quién es tu competencia?
¿En qué te diferencias de tu competencia?
¿Por qué han de elegirte a ti?
¿Qué beneficios aportas a tu cliente?
“Si muestras a la gente los problemas y después las soluciones, se moverán para solucionarlos”. Bill Gates
Y tú que opinas, ¿tienes claro el sentido de tu proyecto? ¿Tienes bien definido cómo quieres que te vean? ¿Sabes cuál es el mensaje que quieres comunicar? ¿Incluirías alguna pregunta más?
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Fundador de “Reinnovatio”
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Aprender y emprender. Mi historia como emprendedor
Mi historia como emprendedor comenzó con una palabra que es posible que te suene… ERE. Exacto, fui uno de tantos afectados por un expediente de regulación en la crisis de estos últimos años.
La empresa donde trabajaba, una multinacional en la que poco antes creía que me ofrecía una seguridad y estabilidad laboral considerable, decidió cerrar una de las líneas de producción y despedir a la mitad de la plantilla. Así que, en esa nueva situación me planteé una pregunta ¿buscaba nuevamente trabajo o creaba mi propio trabajo? Bien podía optar por buscar de nuevo la “seguridad” de una empresa, con el riesgo de volverme a encontrar en el futuro de nuevo en la misma situación, es decir, el paro. O bien, me planteaba la posibilidad de aprovechar mi experiencia profesional y mis conocimientos para ofrecer algo diferente en el mercado y crear mi propio trabajo.
¿Algo arriesgado? Quizá si, pero ¿qué seguridad me puede ofrecer una empresa? El futuro del mercado laboral está cambiando, desde mi punto de vista las empresas serán organizaciones cada vez más livianas, con menos personal propio y con mayor nivel de subcontratación. Por lo que cada vez serán más necesarios profesionales especializados que ofrezcan servicios puntuales.
“Un hombre con una idea es un loco hasta que triunfa”. Mark Twain
Así que me decidí por crear mi propio trabajo y los pasos que seguí en el desarrollo de mi proyecto emprendor fueron los siguientes:
Decisión… ¿Qué hago?
Como he dicho antes, esa fue la duda que me asaltó al plantearme mi futuro profesional, buscaba de nuevo un trabajo por cuenta ajena, pudiendo volver a sucederme la misma historia, o me creaba mi propio trabajo.
Anteriormente ya me había encontrado en una situación similar, dos trabajos en empresas muy importantes y contrato “fin de obra“. Después de 14 y 21 meses respectivamente, terminaron las “obras” y me encontraba de nuevo en la casilla de salida. Por lo que en esta ocasión decidí comenzar mi aventura como emprendedor.
Definición de mi idea de proyecto
Las siguientes preguntas que me planteé fueron:
- ¿Cómo puedo aprovechar mi experiencia profesional?
- ¿Qué es lo que se hacer?
- ¿Qué es lo que puedo ofrecer y cómo me puedo diferenciar?
- ¿Qué es lo que me gustaría hacer?
Esta última pregunta es vital, desde mi punto de vista, a la hora de emprender. Puedes realizar una huida hacia adelante y seguir dedicándote a lo que sabes hacer, pese a que a lo mejor no te gusta, o puedes ver como podrías monetizar aquello que te gustaría hacer, por supuesto con una formación adecuada. En mi caso desarrollé dos proyectos, uno relacionado con lo que había hecho en mi vida profesional como ingeniero y otro en el que desarrollaba aquello que me gustaba, un proceso de reinvención profesional en el que trabajar con Redes Sociales, Marca Profesional, Motivación y RRHH, Formación,…
Aprendizaje
Emprender era algo nuevo para mi y, como sucede en todo lo nuevo, era necesaria la formación. La apertura de mente es algo muy necesario a la hora de emprender, por lo que necesitaba ejercitar mi mente de una forma diferente, aprender a ver oportunidades en lugar de problemas. Por ello hice un programa de formación para emprendedores en una escuela especializada, Jung&Proyect.
¿Podría haber hecho un MBA? Sin duda, pero lo que quería era emprender y crear una empresa, no dirigir la empresa de otra persona. Por lo que he visto, los MBA forman directivos y no enseñan tanto a emprender, o por lo menos es lo que yo creo.
El emprendedor debe tener mentalidad de aprendiz, la formación ha de ser continuada y cuanto más receptivo estés para absorber nuevos conocimientos, mayor apertura de mente. Aumentarás tu capacidad de resolución de problemas y mejorarás tu creatividad y capacidad de innovación.
Puesta en marcha del proyecto
Aterricé mi idea de negocio utilizando una herramienta muy útil, el modelo Canvas de Negocio. Una vez definida mi idea de proyecto y con una nueva mentalidad mucho más abierta, pasé a poner en marcha esa idea y a desarrollarla, es decir, pasarla del papel a la realidad, por lo que tuve que generar contenido, crear una web, comenzar un blog,…
Búsqueda de colaboradores
Considero que este punto es algo fundamental. Antes de buscar clientes busqué colaboradores. ¿Colaboradores para qué? Colaboradores para poder ampliar mi oferta, no tenía que dedicarme yo a todo, podía especializarme en algo concreto pero podía ofrecer los servicios o productos de mis colaboradores, ampliando de esa forma mi oferta. Y otro punto a tener en cuenta, igual que yo prescribo los servicios o productos de mis colaboradores, ellos prescriben los míos. Por lo que de esa forma amplías tu red comercial, puedes llegar a más potenciales clientes de lo que podrías hacer tú solo.
Trabajé mi red de contactos, tanto de colaboradores como de posibles clientes y de conectores con clientes. Esto es algo a tener muy en cuenta puesto que tu red de contactos puede tener un valor incalculable.
Trabajar, trabajar, trabajar
Normalmente se escucha la frase, “si crees puedes”,… pero hace falta algo más, el trabajo, por lo que la frase completa sería
“si crees y trabajas, puedes”
Sin duda al emprender tienes que trabajar horas y más horas, fines de semana seguramente, no tendrás horarios, … pero lo harás por una buena causa, tu propio proyecto. Quizá la meta a alcanzar pueda ser tener un horario magnífico, no obstante, para alcanzarlo es necesario invertir muchas horas y dedicar mucho trabajo. ¿Merece la pena? Desde mi punto de vista, sin duda.
¿Cuáles son las cualidades de un emprendedor?
Las principales cualidades de un emprendedor son la constancia y la tenacidad, la fe en uno mismo y en sus posibilidades, sin olvidarnos de la pasión, apertura de mente, actitud de aprendiz,… Todo es posible y si crees en ti y trabajas firmemente, eres capaz de conseguir lo que te propongas.
¿Tienes un sueño? ¿Crees en ti?
Entonces, ¿qué te impide trabajar por tus sueños?
Si no pudieras fracasar… ¿a qué te dedicarías?
“Todos los sueños están para cumplirse si tienes el coraje de perseguirlos”. Walt Disney
Y tú que opinas, ¿te atreves a emprender tu propio proyecto? ¿Qué sabes hacer? ¿Qué te gustaría hacer? ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de 5 años?
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